jueves, 31 de marzo de 2011

Trabajo Integrador: Del Consenso de Washington a las metas 2021, en el camino del desarrollo humano

Introducción.
Este documento  tiene como objetivo presentar una breve visión de conjunto acerca de los distintos factores o lineamientos en materia de política educativa que se han gestado y consensado en reuniones o congresos internacionales en los que participa México y que, pudiera decirse, han sido los parámetros a partir de los que se ha configurado y delineado las principales orientaciones y direcciones del sistema educativo mexicano en las últimas décadas y que la guían cuando menos hasta el primer tercio del presente siglo, atendiendo al documento Metas 2021.
Para explicar el sistema educativo mexicano es necesario analizar los acuerdos internacionales de los que México ha sido participe debido a la estrecha relación que se evidencia entre dichos acuerdos y las reformas realizadas en el sistema educativo. Esta relación entre organismos internacionales y modificaciones y orientaciones del sistema educativo (aplicado en numerosos países latinoamericanos), puede tener múltiples lecturas: las que señalan la evidente dependencia y subordinación de los gobiernos a los directrices de los organismos internacionales vinculado a estos últimos a los países dominantes a nivel internacional, hasta el intento de comprender las reformas o adecuaciones al sistema educativo con la finalidad de propiciar el desarrollo del país a partir de las directrices de la política económica y concepción de desarrollo humano delineado bajo las directrices neoliberales.
Finalmente, la comprensión y explicación de la dinámica contemporánea del sistema educativo mexicano sólo puede ser explicado a partir de las orientaciones provenientes del exterior y –es  necesario mencionarlo-, enmarcándolo al interior del proceso de consolidación de las orientaciones económicas, políticas y sociales de la actual fase  del capitalismo, o si se prefiere términos más asépticos: de la tendencia mundial en términos de la transición a estadios de desarrollo superiores en el marco de la actual sociedad del conocimiento.
El neoliberalismo a la ofensiva o el mundo del capital triunfante.
Si el punto de partida para entender las características de la etapa actual por la que atraviesa el sistema educativo mexicano es conocer el contenido del Consenso de Washington, entonces no queda más que identificar los contenidos de este “Consenso” y derivar de esta las posibles determinaciones existentes.
Pedrajas Herrero informa que el Consenso de Washington de 1990 es el documento que condensa las nuevas orientaciones y concepciones en relación a las teorías del desarrollo que los especialistas han construido desde la aparición de las orientaciones neoliberales en la economía planetaria, este documento –dice la autora-, es “…un conjunto de diez medidas de política económica de corte neoliberal cuyo objetivo no era otro que globalizar el capitalismo triunfante tras la caída del Muro de Berlín…”[1], mientras Calvento sostiene que el Consenso se caracterizaba por ser un conjunto de “recomendaciones” que se daban a los países endeudados, mayormente latinoamericanos, al momento de solicitar renegociaciones de deudas como nuevos préstamos y en consecuencia, era la informa en la que el neoliberalismo se consolidaba en Latinoamérica[2].

En un resumen apretado la naturaleza de las recomendaciones económicas del consenso se centran en los principios esenciales del neoliberalismo, esto es:

·         La primera, el excesivo crecimiento del Estado, del proteccionismo, de la regulación y del peso de las empresas públicas que son numerosas e ineficientes.
·         Y la segunda, el llamado “populismo económico”, consistente en la incapacidad de los gobiernos para controlar tanto el déficit público como las demandas de aumentos salariales del sector público y del sector privado.[3].
Este consenso de Washington asumía además que, una vez que las economías estuvieran estabilizadas, liberalizadas y privatizadas, retomarían la senda del desarrollo, resolviendo así un problema en el que se llevaba ya más de cincuenta años trabajando desde la –ahora despreciada- economía del desarrollo

Pedrajas sostiene que este modelo de desarrollo dejó fuera el tema de la equidad y pronto mostró sus deficiencias, y que para paliar dicha exclusión en 1993 se reformula el Consenso añadiendo “…el punto de vista social, temas relativos a las prioridades en el gasto público, la reforma tributaria o la liberalización financiera. Y Williamson presenta, en estos puntos, la relación entre eficiencia y equidad. [4]
Entonces, es en el consenso de Santiago en donde los especialistas de los organismos internacionales involucrados (FMI, BID) toman medidas para corregir las deficiencias del anterior consenso y “…lograr un auténtico desarrollo humano, integral y democrático en los países subdesarrollados…”[5]
a) La mejora de los niveles de vida (incluyendo educación y sanidad).
b) Un desarrollo sostenible ecológica y políticamente (en el sentido de que las políticas aplicadas puedan resistir las vicisitudes del proceso político).
c) Un desarrollo igualitario.
d) Un desarrollo democrático (incluyendo la participación consciente de los ciudadanos en las decisiones colectivas que les afectan de tantas maneras)

Es en este consenso en donde de manera explícita se aborda el tema de nuestro interés,  la educación, agregándose las temáticas de sanidad,  justicia y seguridad. En torno a la educación se dice que “...es el primer elemento del consenso de Santiago, porque es la llave para abrir la igualdad de oportunidades…[6] de esta manera, el factor educación se torna relevante en la medida que se vincula con las necesidades económicas de crecimiento y desarrollo humano el PNUD hace especial hincapié en la idea de Capital Humano como elemento básico y fundamental del crecimiento económico. De acuerdo a Pedrajas:

“Se habla entonces de la necesidad de contar con el capital humano para el crecimiento económico El capital humano es necesario, pero no suficiente, es un elemento importante dentro del crecimiento económico, pero el “empowerment” va más allá, y el desarrollo de las capacidades es el fruto de múltiples elementos, entre los que uno es el aumento del ingreso y del crecimiento económico, “. El capital humano está compuesto por (las técnicas y) los conocimientos de los que dispone una empresa o una sociedad, lo que ha dado en llamarse “recursos humanos”, se crea mediante cambios en las personas, produciendo habilidades y capacidades que les permiten actuar de formas nuevas…”[7]



Las orientaciones en el campo educativo y la concepción de desarrollo humano.

Desde esta perspectiva es comprensible que los distintos organismos internacionales se dediquen de manera específica a establecer lineamiento generales en torno al tipo de educación que es necesario impulsar en los países latinoamericanos que se considera deben de modificar sus condiciones económicas con la finalidad de impulsar el crecimiento económico.
La preocupación central es entonces en la formación del capital humano, del sujeto concreto que finalmente constituye el eje fundamental de toda economía. Dentro la vicisitudes de la macroeconomía, del desarrollo del modo de producción que ha resultado triunfante en el marco de la historia humana (con el fin de la Guerra Fría) es conveniente por tanto, rediseñar y actualizar los sistemas educativos de los países que se encuentran con un fuerte rezago con respecto a la gran ola del advenimiento de un nuevo orden.
Entonces, en este punto es en el que a partir del análisis y la generalización que resulte de equiparar las condiciones económicas y sociales de los países desfasados (ya no subdesarrollados, en tanto es una terminología en desuso) con respecto a la ola de la modernidad y la modernización es que se construyen nuevas orientaciones y paradigmas en el campo de la educación, que en su aplicación concreta para cada país debe de adecuarse pero siempre teniendo en mente el arribo a determinadas metas que en el tiempo, homologará las características de cada uno de los miembros, formando de esa manera el ciudadano universal o algo así.

Es en este sentido que resulta metodológicamente adecuado revisar y analizar las experiencias exitosas de los sistemas educativos de distintos países como es el caso de Finlandia, en donde los índices de eficacia y eficiencia educativa son sumamente invadeables como resultado de la forma particular en la que se encuentra estructurada el sistema organizacional educativo, definidas las responsabilidades y determinadas las actualizaciones constantes en los distintos agentes del sistema. Se debe de incluir necesariamente lo relativo al currículum diseñado que abarca desde la formación de los aprendices en las ciencias duras como en las humanas y en el conjunto de valores que les permitirán ( a los niños y niñas) integrarse al nuevo y cambiante mundo de la globalización. Y si esto es válido, también lo es el analizar las experiencias en países latinoamericanos en donde el nuevo modelo de desarrollo se instauro de manera temprana (caso Chile y Argentina) destacando los errores y deficiencias presentados con la intensión de no repetirlos, pensando en el caso México.[8]
En el caso México, en el diagnóstico de la situación del sistema educativo se encuentran rezagos provenientes del sistema político económico de antaño, de cuando existía el Estado populista y benefactor heredero de la revolución del siglo pasado. Ese estado que precisamente es reformado a partir de los lineamientos que dicta el neoliberalismo. Ese gran rezago que se convierte en fuerte obstáculo para modificar de lleno el sistema educativo que permita alcanzar las grandes metas planteadas en el documento “Metas 2021” es el sindicato corporativo que por los servicios que presta en el rejuego de los espacios de distribución de poder no es cancelado o superado.[9]
Las metas contenidas el documento referido (Metas 2021) son por sí mismas trascendentales, nadie puede estar en desacuerdo con el carácter inclusivo de ésta, en la universalización de la educación, en recorrer la frontera de la educación básica, en la incorporación de los nuevos paradigmas educativos (competencias), en  la necesidad de formar a los individuos en los valores de la democracia, del respeto a la diversidad, de la justicia, de la solidaridad y por consiguiente en reconocer la necesidad de incorporar los adelantos tecnológicos al proceso de enseñanza aprendizaje con la finalidad de potenciar los alcances de la capacidad cognitiva de los individuos; por tal razón es comprensible que la tarea inmediata y urgente de reconstruir las currículas escolares, aunado al hecho de redefinir los nuevos roles de los distintos agentes participantes en el sistema educativo con la finalidad de alcanzar la calidad educativa.

Como tema paralelo se encuentra la discusión de la privatización o no de la educación, que en el caso de Finlandía parece no ser un tema de debate o preocupación, pero si para los países latinoamericanos que se encuentra socialmente con fuertes contrastes sociales; la discusión parece centrarse si en el hecho de que si las escuelas particulares en detrimento de la pública se encuentra en condiciones de brindar una educación de calidad. El tema parece no incluir un factor esencial, esto es la corrupción, lo que apunta al hecho de que las escuelas públicas parecen, en su afán de ganancia, ofrecer al mejor postor los títulos y grados de acuerdo al nivel de baucher que se les presente, ejemplos hay en buena cantidad.

En conclusión, las orientaciones bajo las cuales se reconfigura actualmente la educación en México, concretadas en la reforma educativa en educación básica parecen tener su fundamento en los compromisos que el Estado Mexicano ha suscrito en las cumbres internacionales, de ellas se deriva la idea de competencias en la educación, los estímulos económicos a los maestros por los índices de excelencia alcanzados durante los cursos que son medidos a través de las pruebas estandarizadas como es la controvertida ENLACE, la oferta de cursos de actualización ofertados al cuerpo docente.
Aunque es conveniente mencionar la presencia de fuertes obstáculos estructurales a los que se enfrenta la reforma producto de inercias y cotos de poder que grupos de maestros han construido en las escuelas, para defender sus privilegios laborales, económicos.




BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.

CALVENTO, Mariana. Profundización de la Pobreza en América Latina, el caso de Argentina: 1995-1999

El "consenso de Washington" paradigma económico del capitalismo triunfante?
http://www.fespinal.com/espinal/realitat/pap/pap46.htm

PEDRAJAS Herrero, Marta. El desarrollo Humano en la economía ética de Amartya Sen, Tesis Doctoral, Universidad de Valencia, Servei, Facultad de Filosofía y CC. Educación, España, 2006.

PERAZA, Armando. Capitulo 3, Un estudio comparativo y la nueva escuela, en: Peraza, Armando, Democracia y Derecho Camino para la calidad educativa, Tesis doctoral, 2009.

Segunda Cumbres de las Américas. Santiago de Chile, Chile April 18-19, 1998
http://www.summit-americas.org/chileplan-spanish.htm




[1] Marta Pedrajas Herrero. El desarrollo Humano en la economía ética de Amartya Sen, Tesis Doctoral, Universidad de Valencia, Servei, Facultad de Filosofía y CC. Educación, España, 2006.
[2] Mariana Calvento. Profundización de la Pobreza en América Latina, el caso de Argentina: 1995-1999
[3] Para mayor información Ver Calvento y Pedrajas Martha.
[4] Pedrajas Op. Cit.
[5] Pedrajas, op. Cit.
[6] J. WOLFENSHON, “Rethinking development-principles, approaches, and projects” p. 60., citado por Pedrajas, Op. Cit.
[7] Pedrajas, Op. Cit.
[8] Ver Armando Peraza. Capitulo 3, Un estudio comparativo y la nueva escuela, en: Peraza, Armando, Democracia y Derecho Camino para la calidad educativa, Tesis doctoral, 2009
[9] Ver Armando Peraza, Capitulo 1, Educación y globalización en México, en: Peraza, Armando, Democracia y Derecho Camino para la calidad educativa, Tesis doctoral, 2009.

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